Instancia promueve el desarrollo productivo de las empresas de este rubro como así también prioriza la seguridad con la que se trabaja en las diversas faenas existentes en la Provincia.

La Asociación Minera de San Felipe, agrupada por Putaendo, Catemu y San Felipe, se acercó a la Gobernación y a la Seremi de Minería con la finalidad de pedir el apoyo necesario para mantener el programa de regularización de faenas mineras, que se ejecuta con fondos de FNDR, que fomenta el desarrollo de la pequeña minería como así también prioriza la seguridad con la que se trabaja en las diversas faenas existentes en la Provincia.

En este sentido, el Gobernador Eduardo León manifestó que “nos interesa respaldarlos. Luego de lo ocurrido en la Mina San José hubo un trabajo intenso en la seguridad en la minería, lo que implicó que a los pequeños mineros le subieran los costos y las condiciones. Indirectamente, aparte de aumentar la seguridad, fue en dirección contraria al fomento”.

Además, la máxima autoridad provincial manifestó que se busca mejorar los estándares de seguridad, para cuidar a los trabajadores que realizan este tipo de labor.

Por su parte, el Seremi de Minería de Valparaíso, Alonso Retamales, señaló que los pasos que seguirán son “la formulación debe ser aprobada por el Gobierno Regional, para posteriormente, el Intendente presentarlo al Pleno del CORE. Solicitamos $1.300 millones durante 3 años, que beneficiarán a todos los asociados y no asociados, ya que es abierta la postulación. Se hará un proyecto que en rigor tiene un costo que oscila entre los $600 y $2 millones dependiendo de la dimensión de cada faena. Esto hoy se está entregando gratuitamente a los mineros”.

Por otro lado, este programa contempla elementos nuevos, como la integración de un concurso anual que va en directa relación al inicio de faena, una vez que estén aprobados los proyectos. Además integrará un geólogo que pueda asesorar a los mineros e también identificar las reservas que tienen las faenas. Por otro lado, se avanzará en los acuerdos de producción limpia, para que los mineros asuman que su negocio trae externalidades negativas, las que pueden ser compensadas con incentivo económico.