Con un fraternal encuentro entre autoridades, voluntariados y personas en situación de calle se dio por culminado el trabajo de invierno realizado a través de programa “Código Azul” y que se desarrolló durante los meses de junio y septiembre del presente año en la provincia de San Felipe.

Se trató de un total de 256 atenciones que entregó en sus 27 activaciones el programa, que significaba cada vez que las condiciones climáticas fueran extremas -en cuanto a temperaturas y precipitaciones- habilitar el refugio ubicado en Chercán Tapia 1034 de San Felipe para recibir a todas aquellas personas que lo requirieran para pasar la noche de manera segura.

Así lo destacó el gobernador de San Felipe, Claudio Rodríguez, en el desayuno compartido junto a todos los participantes de esta iniciativa. “El desafío permanente sigue siendo el poder sacar a la mayor cantidad de personas en situación de calle de esa condición, poderlas reinsertar. Sabemos que no es una tarea fácil, porque cada uno arrastra su historia, tiene sus problemas, pero no por eso tenemos que dejar de hacerlo y eso es posible a través del trabajo conjunto y coordinado, tal como este invierno se dio a través del “Código Azul” “, precisó.

Cabe destacar que esta instancia cuenta con recursos del Programa Calle Noche Digna del Ministerio de Desarrollo Social y Familia; además de la coordinación entregada por la Gobernación de San Felipe, colaboración de instituciones como el Ejército, Carabineros, la Iglesia Evangélica de Cristo Latinoamiericana, Servicio de Salud, JUNAEB, voluntariados y la carrera de Servicio Social de la Universidad de Aconcagua.

Toda esta labor fue también valorada por el Seremi de Desarrollo Social, Ricardo Figueroa. “Logramos la meta que nos habíamos propuesto, que era que ninguna persona falleciera de frío y poder entregar así una tremenda cobertura este invierno. Además, donde vemos que están cambiando fuertemente las temperaturas, habíamos previsto que tendríamos un invierno aún más duro, con temperaturas más bajas, y eso significaba articular bien el trabajo, por lo que hicimos las correcciones del primer año y este año mejoramos aquellos puntos débiles”, precisó.

Yasna Campos Salgado desde el mes de diciembre del año pasado que se encuentra en situación de calle, por lo que destacó la atención que le fue brindada a través del Código Azul.

“Vine casi todas las veces que se abrió el refugio. Lo principal era abrigarse, estar calentitos y alimentarnos, con un trato amable, cordial y sentirte acogido. En esto se ve que hay vocación social, no era el trabajo para quienes nos atendían, de los colaboradores. Hay veces que yo no venía a dormir, pero llegaba en la mañana, igual me recibían, me daban mi desayuno y eso se agradece”, reconoció.